Tanto la delincuencia organizada como el Estado amenazan a la libertad de prensa en México
Stuttgart/Berlín, 30 de april de 2020: En México, trabajar como periodista puede significar un riesgo de muerte. El 30 de marzo, María Elena Ferral, del periódico Noticias de Xalapa, fue asesinada a tiros en la capital del estado de Veracruz. Días más tarde, el 8 de abril funcionarios públicos en Acapulco, estado de Guerrero, encontraron la cabeza decapitada de Víctor Fernando Álvarez, desaparecido el 2 de abril.
Ambos crímenes forman parte de una larga lista de amenazas y agresiones contra periodistas en México y que no han disminuido durante la crisis del coronavirus. Estos ataques van desde campañas de difamación hasta la desaparición forzada y el asesinato. Ante ello, Christoph Kuhlmann, encargado para México de la agencia alemana de cooperación Pan para el Mundo indica que “el Estado debe garantizar la libertad de prensa y proteger de forma efectiva el trabajo de los periodistas.” El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, creado en 2012 como resultado de las demandas de la sociedad civil, representa un paso adelante en este sentido, pero “requiere más recursos humanos y financieros. Además, se debe poner un fin a la impunidad de los agresores”, explica Christoph Kuhlmann.
Solamente en raras ocasiones, los responsables de las agresiones contra periodistas son llevados ante la justicia. La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), creada en febrero de 2017, ha podido conseguir hasta la fecha que, en 18 casos, los agresores hayan sido condenados. A mediados de marzo del presente año uno de los acusados en el crimen contra la periodista Miroslava Breach fue sentenciado. No obstante, los autores intelectuales de su asesinato aún no han sido enjuiciados. Breach fue asesinada en marzo de 2017, en el estado norteño de Chihuahua, por haber investigado las conexiones entre el tráfico de drogas y varios políticos. “Esta condena es un paso hacía adelante y puede tener efectos disuasorios” indica Carola Hausotter, coordinadora de la Coordinación alemana por los Derechos Humanos en México, y agrega que “lo importante es, sin embargo, que se condene al autor intelectual del crimen. Sólo así el Estado mexicano pueda mostrar que está dispuesto a luchar contra las causas de las agresiones contra periodistas.”
México está considerado como uno de los países más peligrosos para los periodistas en todo el mundo. En 2019 fueron asesinados 10 trabajadores de los medios de comunicación, según Reporteros sin Fronteras y Artículo 19, organizaciones de apoyo para la libertad de prensa. Desde el año 2000 han habido al menos 132 periodistas asesinados, indica Artículo 19.
Contacto para más información: Tobias Lambert, Prensa y Relaciones Públicas, Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México.”, Tel: +49 (0)157 – 71 73 08 93 / presse@mexiko-koordination.de
Christoph Kuhlmann, encargado para México, Pan para el Mundo, christoph.kuhlmann@brot-fuer-die-welt.de
La Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México es una red integrada por las siguientes organizaciones alemanas: Obra pastoral para Latinoamérica Adveniat, Amnistía Internacional (Sección Alemana, A.C.), Carea A.C., Centro Franciscano de Desarollo y Misión, Companer@s de México del Sur A.C., Iniciativa para México de Colonia y Bonn, Initiative Mexiko (INI-MEX), México vía Berlín A.C., Obra Episcopal MISEREOR, Oficina Ecuménica para la Paz y Justicia A.C., Pacta Servanda A.C., Pan para el Mundo, pax christi / Comisión Solidaridad Un Mundo, Procura Misionera de los Jesuitas Alemanes y Promovio A.C.
