En México muchas personas son arrestadas ilegalmente, secuestradas y desaparecidas. Se dice que hay desaparición forzada cuando existe una participación del Estado, ya sea a través de sus fuerzas de seguridad, por autorizar o permitir tales situaciones o por no reaccionar conforme a derecho.
La desaparición forzada en México tiene una larga historia de dolor. Durante la llamada “Guerra Sucia”, acontecida entre finales de los años sesenta hasta la mitad de los años ochenta, las fuerzas del Estado desaparecieron a un número aún incierto de personas, en un contexto de represión a movimientos sociales y a grupos de guerrilleros.
Hoy la desaparición forzada es una práctica masiva y sistemática en México. Hasta el año 2024 se han registrado más de 110,000 casos, según cifras oficiales. En el ámbito político alemán, así como en el internacional, la desaparición forzada en México cobró relevancia con el caso de los estudiantes de Ayotzinapa. Sin embargo, es un hecho que las organizaciones defensoras de derechos humanos ya habían advertido de la situación.
Por lo general los familiares de las víctimas no cuentan con el apoyo de los gobernantes y deben enfrentarse día con día a la incertidumbre de no conocer el paradero de sus desaparecidos. Los casos de detención arbitraria, secuestros, tortura o ejecuciones son raramente investigados penalmente y en pocas ocasiones se logra rescatar a las víctimas. Por otra parte, las familias afectadas luchan para esclarecer los casos, contra el olvido y para recuperar una vida normal.
La tragedia del alto índice de desapariciones en México y el poco esclarecimiento de los casos reflejan un Estado de derecho en México que no funciona. Frecuentemente el Estado tiende minimizar la gravedad de las desapariciones y a señalar al crimen organizado cómo el único responsable.
En el año 2017 asociaciones de familiares, organizaciones de derechos humanos y organizaciones internacionales lograron la aprobación de una ley contra la desaparición forzada en México. Sin embargo, las familias continúan luchando para que se desarrolle un mecanismo efectivo, con suficiente apoyo financiero y con operativos adecuados. Esto con el propósito de mejorar la búsqueda de los desaparecidos y de que se realicen investigaciones penales de los casos.
Las 18 organizaciones miembros de la Coordinación alemana por los derechos humanos en México se han fijado el objetivo de divulgar en Alemania y en Europa, el complejo asunto de la desaparición forzada en México. Retomamos las preocupaciones de los familiares y queremos instar a los políticos a que actúen. Para ello realizamos un trabajo de cabildeo estratégico, trabajamos en redes y desarrollamos una labor de relaciones públicas. Además, hemos organizado una serie de eventos sobre el tema y elaborado material informativo.